Alejandro González Iñárritu: O la inesperada virtud de un cineasta.

CINEASTA DE DRAMAS PROFUNDOS E HISTORIAS PARALELAS: 

ALEJANDRO GONZÁLEZ IÑÁRRITU.  

"Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia, ofrece una mirada aguda de la existencia humana a través de los personajes, pero en esta ocasión entre la comedia y la tragedia, la realidad y la ilusión. Tuve esta idea basado en mi propia experiencia de escuchar mi propia voz torturándome, elevándome a las alturas, mandándome luego al infierno. Pensé que sería muy interesante explorar la naturaleza de esa batalla interna que todos tenemos", declara meditabundo Alejandro González Iñárritu, el destacado director mexicano, cuyos títulos en sus cintas nos remiten a vidas entrelazadas.   

González Iñárritu aparece nuevamente entre los favoritos para levantar el Oscar. Desde "Amores Perros" hasta "Birdman", este hombre forjado en la radio y televisión en México ha sabido conquistar la atención de Hollywood y del cine internacional. Nació el 15 de agosto de 1963, en el Distrito Federal. Realizó sus estudios en la Universidad Iberoamericana. En 1986, empezó su carrera profesional  en la emisora WFM, donde se inicio como locutor, a partir de lo cual empezaría a introducirse en los medios. 1988 lo encuentra trabajando en la musicalización de algunos largometrajes, entre ellos “Garra de tigre”. "Creo que uno va conociendo las cosas más a fondo en términos del oficio, va evolucionando, y cada película representa siempre un reto diferente, donde parte uno desde el principio. Esa es la parte excitante del cine, porque nada es igual. Uno conoce sus limitaciones,  y sabe en donde ponerse y que riesgos tomar", reflexiona sobre su carrera. Ludwik Margules lo guio en sus primeros pasos en la cinematografía, estudiando cine en la Universidad de Maine. Más adelante, estudiaría en Los Ángeles bajo el mando de Judith Weston. En la década de 1990 ya estaba a cargo de la producción de Televisa. A los 27 años, González Iñárritu se había convertido en uno de sus más jóvenes directores. "El cine es muy musical. Hay una rítmica brutal. Si no tienes el concepto de ritmo, es muy difícil hacer una película. Arranca desde el sonido, los diálogos, la métrica, los espacios entre ellos. No es sólo la música sino la edición, la congruencia, el ritmo interno, el pulso es extremadamente vital", afirma categórico. En 1991 creó Zeta films, nombre que le puso a su nueva productora, inaugurada junto a Martín Hernández. Como incipiente empresa, producía publicidad y cortometrajes así como programas de televisión. En ella, Alejandro comenzó a escribir y rodar anuncios televisivos. Gracias a eso, se llevo a cabo el rodaje de su mediometraje “Detrás del dinero”, producido por Televisa, con la participación especial de Miguel Bosé. "Todo se hizo de manera exacta, precisa y siguiendo lo que se había diseñado, la idea original, que era filmar todo en largas tomas ininterrumpidas. El cine es una experiencia que se logra con la fragmentación en tiempo y espacio. Si no hay montaje, todo se tiene que dar mientras lo estás filmando", precisa el cineasta. 

En 1999 llegaría “Amores Perros”, escrita por Guillermo Arriaga. Una desgarradora mirada a las entrañas de México, protagonizada por Gael García Bernal, fue nominada al Óscar como Mejor Película Extranjera y obtuvo varios galardones en festivales internacionales entre los que destaca el premio a la mejor Película de la Semaine de la Critique del Festival de Cannes. "Sé qué hago cine para quienes les gustan mis películas. Aspirar a que mi trabajo sea del agrado de todos es una ilusión, es algo que nunca va a existir. Mis virtudes son mis grandes defectos. Creo que tengo muchos defectos, pero a veces eso es lo que me hace crecer o caer. Soy profundamente analítico, autocrítico y obsesivo, perfeccionista y neurótico", expresa tajante. 

En 2002, González Iñárritu dirigió un proyecto cinematográfico con el fin de narrar el horror de los atentados terroristas del World Trade Center de Nueva York, que contó con la participación de Ken Loach, Mira Fair, Amos Gitai y Sean Penn. La repercusión sobre las increíbles dotes de este director, fue el puente para contactar a Universal Estudios para la dirección de una película que el mismo creó, “21 Gramos", la cual conto con  Sean Penn, Benicio del Toro y Naomi Watts. A partir de sus interpretaciones, estos serian nominados al Oscar. "Todavía estoy en una fase de empezar a explorar las infinitas posibilidades que hay para hacer cine. Siento que aun tengo mucho que aprender", confiesa relajado. 

En el 2006 presento “Babel” en el Festival de Cannes, donde ganó como Mejor Director. El filme cuenta cuatro historias ambientadas entre Marruecos, Túnez, México, Estados Unidos y Japón. Siendo protagonizada por Brad Pitt, Cate Blanchett y Gael García Bernal. Por esta película obtuvo una nominación al Oscar como Mejor Director, una de las seis candidaturas de la película, incluyendo la categoría de Mejor Película. Asimismo ganó un Golden Globe. "Normalmente hago las historias y luego encuentro un disco que tenga el mismo sentido emocionalmente. En “Amores Perros” escuchaba “Sticky Fingers” de Rolling Stones, luego en "21 gramos" escuche “Beyond the Missouri Sky” de Pat Metheny y Charlie Haden. En "Biutiful" oí "Witches" de Miles Davis. En "Babel" estuve oyendo a Ryuichi Sakamoto. En cada una de las películas he tenido una música especial y cada una su aura", afirma González entusiasmado. 

En 2008 produjo Rudo y Cursi, dirigida por Carlos Cuarón, e interpretada por Gael García y Diego Luna. En 2010 dirigió "Write the Future", un comercial de futbol para la empresa Nike con motivo del Mundial 2010, y la película Biutiful interpretada por el español Javier Bardem. Fue seleccionada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas para competir en la 83 entrega de los Óscar y en los Globos de Oro en la categoría de Mejor Película. "Soy una persona muy intensa. Mi visión acerca de la vida siempre ha sido pesada. Me gusta hacer cintas que sólo pueden existir si yo las dirijo. Sean buenas o malas, nadie mas las puede hacer. Todo lo que hay en mis películas es mi responsabilidad al 100%”, menciona vehemente. 

En 2014 presentó en el Festival de Venecia su primer drama cómico, "Birdman". La cinta cuenta la historia de cómo un actor, Riggan Thomson (Michael Keaton), famoso por haber interpretado años atrás a un superhéroe icónico, lucha por montar una obra seria en Broadway, basada en un cuento de Raymond Carver, intentando así resucitar su trayectoria; pero antes del estreno deberá lidiar contra su ego, para recuperar a su familia, su carrera y a sí mismo. "En mi caso, en el proceso creativo, mi propio ego siempre ha sido un gran inquisidor, un tirano que me ha puesto todo el tiempo a prueba", manifiesta el creativo contrariado.  

"Michael Keaton ha sido mi mejor experiencia como director con un actor, y lo elegí como protagonista de "Birdman" por el sentido de realidad que podía darle a la película. Me creyó al 100 % con un tema delicado a nivel personal, con un tema que tiene que ver con su pasado como Batman. Me interesaba la realidad que le daría a la película, siendo el primer Batman, hace 20 años. Eso le daba a la película una realidad total", señala el realizador sobre el peculiar y pintoresco interprete de "Birdman".  

En sus películas Alejandro ha contado en su equipo con el escritor Guillermo Arriaga en la creación de las historias y guiones, Gustavo Santaolalla, -ganador del Óscar en el 2005-, en la música, Rodrigo Prieto y Emmanuel Lubezky en la fotografía, y con Brigitte Broch, -ganadora del Óscar en 2002-, en el diseño de producción. Con Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón fundó la casa productora Cha Cha Cha Films. Iñárritu ha ganado en total a lo largo de su carrera dos Globos de oro, un BAFTA y un premio al mejor director del festival de Cannes. El cineasta rueda actualmente "The Revenant", cinta que protagonizan Leonardo DiCaprio y Tom Hardy en Canadá. 

"Es muy difícil ganar una estatuilla, es como una ruleta rusa o la lotería. No hay lógica, ni es una meritocracia, ni tampoco una cuestión científica. Por eso, insisto, mantengo bajas expectativas, pero el hecho de estar ahí, con todo el equipo, ya es un premio para mí. Creo que estoy muy consciente de que los Óscar son muy subjetivos, y mi película es acerca de eso. Es efímero y es agradable, pero no es lo mas importante", concluye convencido González Iñárritu sobre la superficialidad de la fama instantánea.