PARADOJA
No…
No te buscaba ya,
Ya no te buscaba,
Te temía, te huía,
Te rechazaba,
Me escondía de ti,
Me ocultaba,
Pues para mi estabas
Muerta, sepultada,
Ya nunca volvería a
Encontrarte jamás,
Mi puerta estaba
Cerrada,
Mi ventana estaba
Sellada,
Sobre todo mi corazón
Estaba clausurado,
Me olvide de tu rostro,
Me olvide de tu figura,
Así, como tú habías hecho
Antes conmigo,
Pero no,
Irremediablemente
Volvías en mi camino a
Cruzarte,
Apareciendo inesperadamente
De la nada,
Volviendo así para
Envolverme y enredarme,
A tratar de llamar mi atención
Y cautivarme,
Intentando hacerme caer de
Nuevo en la trampa.
Volviéndome a mostrar ansiosa,
Tu delicada cara y
Tu delineado cuerpo,
Ofreciéndome tus suaves
Labios,
Ofreciéndome tus tiernas
Manos,
Entregándome todas tus
Caricias y besos,
Confrontándome ante tu
Desnudo implacable,
Exponiéndome ante la
Frialdad de tu espejo,
Hasta ese nuevo día en que
Vuelvas de nuevo a dejarme,
A buscar mi calor y reflejo
En otros sitios y lugares,
Y yo regrese de nueva cuenta
A recordarte,
A extrañarte y añorarte,
Pues cada vez que tu te alejas,
Me llevas contigo a todas partes,
En el veleidoso transcurso que es
La vida entre nosotros,
Ese caprichoso espacio de tiempo,
Que imperceptiblemente nos acerca,
E inevitablemente no separa,
Cuando nos reúnen siempre las
Promesas,
Pero los impulsos nos separan.
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