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sábado, 1 de enero de 2022

Vicente Fernandez (1940-2021): Adiós al último de los gallos.

Vicente Fernandez (1940-2021): Adiós al último de los gallos.

Honor a quien honor merece. Vicente Fernández, el último rey de las rancheras, el hombre con esa voz arrolladora que permitió entender que el dolor se canta, que el despecho es verso, y que el llanto es música, murió a sus 81 años. En tiempos de reguetón y música urbana, Fernández logró demostrar hasta el final de su vida que en México, y en el resto del mundo, él se puede ir tras más de 50 años de carrera, pero la ranchera en el siglo XXI no ha muerto. El último gran exito musical de Fernández fue el año pasado, cuando el cantante sacó al mundo A mis 80′s, un disco con 13 canciones que empieza con canciones evocando una infancia (El Caballo de Mi Padre) y termina con la vejez (A Mi Nieto). El disco fue galardonado como mejor álbum de música Ranchera en los Grammy Latinos de este año, cuando Fernández ya estaba hospitalizado. El premio se sumó a otro reconocimiento que recibió en sus últimos años cuando hizo un concierto de despedida en el estadio Azteca, en el 2016, frente a más de 80.000 personas, y en el que se despedía de los escenarios. El concierto se transformó en el disco Un azteca en el Azteca, ganador en 2017 del Grammy en la categoría Mejor Álbum Regional Mexicano. El concierto fue un evento místico, al que viajaron personas de toda América Latina y Estados Unidos para despedirse de El Charro de Huentitán, un hombre que durante generaciones marcó la historia de la música mexicana.


Vicente Fernández, además de estar en los escenarios cantando Volver, volver, actuó en más de 30 películas mexicanas, entre las cuales estuvieron al principio Tacos al Carbón (1971), Jalisco nunca pierde (1974), La Ley del Monte (1976), Picardía Mexicana (1978) o El tahúr (1979). Esa combinación de estar en las pantallas y radios lo convirtió no solo en un cantante, sino en un símbolo que cambió lo que significaba ser un mariachi. Fernandez llegó en el momento en que el ser mariachi pasó de ser algo popular a ser algo lujoso, a tener hasta grupos de 80 mariachis vestidos de gala en un concierto. Se volvió una cosa de ‘bling bling’. Vicente inauguró eso. Incluso ese cambio luego se ve reflejado en la película Coco, donde ser mariachi era ya algo súper glamuroso, algo más Hollywood. Si se mira en la historia de la música mexicana, no hay otro Vicente Fernández, ya que Pedro Infante, javier Solis y Jorge Negrete ademas de tener un estilo propio, no tomaban sobre el escenario, por si mismos o por invitación de sus fanáticos, eso hizo único a Chente con el pueblo, su pueblo. En Mexico se identifican cuatro etapas fundamentales. La primera es en los años sesenta y setenta, cuando Vicente llega a llenar el vacío que deja el cantante Javier Solís cuando éste muere en 1966. 


En ese momento las disqueras y productoras estaban buscando un substituto, Solís era el representante del bolero ranchero, y en ese momento llegó Vicente Fernández, el momento adecuado para llenar ese espacio. Y cuando falleció otro gran ícono de la música ranchera en 1973, Jose Alfredo Jiménez, Vicente se convirtió en el referente absoluto del género ranchero. En los años ochenta viene un nuevo Vicente. Del bolero ranchero viene la ranchera que se enfoca en el tema de los migrantes, tema en el que tambien se enfocó Antonio Aguilar. En una tercera etapa llegan los años noventas, con el Tratado de Libre Comercio de México con Estados Unidos y Canadá, cuando Fernández estaba en una de sus cimas musicales por haber sacado en 1989 uno de sus discos más famosos, Por tu Maldito Amor. Con el TLC viene un apartado en el que figura el patrimonio mexicano como producto de exportación a Estados Unidos. Las canciones rancheras con personajes como Vicente Fernández reciben entonces por primera vez gran apoyo estatal a un nivel mas global. Artistas como Luis Miguel y Lucero graban música ranchera. Los politicos empiezan a llevar a sus mitines mariachis. De ahi vienen tambien una serie de premios para Chente como serian los Billboard y Grammys. El cuarto y último gran momento es cuando el compositor y músico Joan Sebastian se convierte en su productor musical. Ahí empiezan a experimentar con mezclas musicales y Joan es quien le da el último gran impulso y lo relanza artísticamente. De esa alianza vienen sus últimos grandes éxitos, incluida la canción icónica Estos Celos, con sus versos célebres: “Te miré” o “Ay, ay, amor/ Ay, ay, qué dolor”. La canción llegó al top de la lista Billboard en canciones latinoamericanas, y en 2008 recibió un Grammy por Mejor Canción Regional Mexicana.


Mucha gente trata aún de imitar la forma de cantar de Vicente Fernández, ya que tuvo un impacto muy profundo en la cultura mexicana, podemos citar entre otros a Pepe Aguilar y Pedro Fernández en México, Slavko Perovic en Croacia, Pedro Bento en Brasil, y obviamente a su heredero biológico, su hijo Alejandro Fernández. Próximamente Netflix y la cadena de televisión Colombiana Caracol presentarán una serie inspirada en Vicente Fernández, con el actor mexicano Jaime Camil interpretando al último rey del mariachi. Asimismo la cadena Televisa anunció tambien una bioserie inspirada en Vicente para 2022.  Después de más de 50 años de carrera y ganarse el título de ser el Frank Sinatra de México, la música ranchera no va a morir con Vicente Fernández, pero si muere con él el último gran ídolo popular, el último gran gallo. El cantante fue más que una voz: Fernández transformó en México lo que significa ser un mariachi. Ese sera el legado musical de Fernandez en la industria musical. Colofón: “Mientras mi público no deje de aplaudir, su Chente no deja de cantar”, afirmaba una y otra vez Vicente emocionado desde cualquier escenario que pisaba, y esa frase inmortalizó su lealtad con el público. Descanse en paz El Charro de Huentitán. 


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