Setenta años después el deporte le ha hecho justicia al fútbol elaborado y ordenado del Atlas. Historia: En los albores del siglo pasado, varios jóvenes jaliscienses asistían a diversos colegios de Inglaterra donde tuvieron oportunidad de jugar fútbol. Al regresar a Guadalajara decidieron formar un equipo, por lo que el 15 de agosto de 1916 estando reunidos en el café Rimans, acordaron la fundación del Club Atlas. El Atlas Fútbol Club es uno de los equipos mas antiguos del fútbol profesional de la Primera División de México. Fundado el 15 de agosto de 1916, el equipo recibe su nombre en honor del titán de la mitología griega Atlas, ya que según comentó uno de sus fundadores, Juan José "Lico" Cortina, "nos sentíamos el sostén del mundo".
Titulo de liga: La temporada 1950-1951 fue la mejor en la historia de Atlas. Atlas inició la temporada a tambor batiente, ya que fue cosechando triunfos a lo largo del torneo. La coronación del "equipo del paradero" se oficializó el 22 de abril de 1951, en la segunda vuelta del torneo, cuando en el partido de la última jornada contra Guadalajara, una mano de "Rafle" Orozco permitió al costarricense Edwin Cubero marcar de penal el gol de la victoria 1-0 en el Parque Oblatos. Ese resultado se combinó con una dolorosa derrota del León en Veracruz. Atlas ganó el título a una fecha del final de temporada, la cual cerró con 12 victorias, seis empates y solo cuatro derrotas, para un total de 30 puntos, 44 goles a favor, 23 en contra y siendo la mejor defensiva de la temporada. Era el único título de Liga que tenía el Atlas en la Primera División.
Su primera final en la liguilla de Primera Division: Tras varios años de un fútbol vistoso y atractivo pero de proyectos sin cuajar, la última década del siglo XX significó una verdadera revolución propulsada por el trabajo de las fuerzas básicas, que se consolidaron en esta era como la mejor y más prolífica cantera de México. Para esto fue trascendental la llegada de Marcelo Bielsa en 1992 al frente de las divisiones menores. Jóvenes rojinegros como Jared Borgetti, Osealdo Sanchez y Pável Pardo, que debutaron con un hambre insaciable por trascender al mostrar cualidades propias de jugadores de mayor edad y experiencia. En la segunda mitad de los noventa, la llegada de Ricardo Lavolpe, un entrenador con afinidad por debutar jugadores jóvenes, sería responsable de una generación que rompió todos los pronósticos y expectativas para un equipo basado en fuerzas básicas.
Con una mayoría de jugadores poco experimentados, pero que nunca tuvieron complejos o titubeos, Atlas sorprendió en el Torneo Verano 1999 al convertirse en un equipo ágil y explosivo que al mismo tiempo era ordenado en la defensa. Nombres como Rafael Márquez, Miguel Zepeda, Daniel Osorno, César Andrade y Juan Pablo Rodríguez eran acompañados por la experiencia de Hugo Norberto Castillo para integrar un equipo fuerte en todas sus líneas, con una química inigualable que permitía espectacularidad durante los noventa minutos de cada juego. En una de las finales más dramáticas que se recuerden en la historia del fútbol mexicano, Atlas enfrentó a Toluca por el título de Liga. Los Rojinegros lucharon de poder a poder, primero con un vibrante empate a tres en el Estadio Jalisco y luego con otro empate a dos en la capital mexiquense. Todo se definió en la tanda de tiros penales donde Atlas obtuvo el subcampeonato.
Cambio de estafeta: En 2013 comenzó en Atlas una nueva era enfocada en posicionar al equipo como una institución ganadora en todo torneo que se disputa. Con el objetivo de darle la estabilidad que merece, Grupo Salinas asumió la propiedad del equipo para aportar su experiencia en cuanto a la administración de clubes de fútbol, respaldado con múltiples éxitos y campeonatos. En poco tiempo logró impregnar un sello de carácter y actitud en los Zorros, retomando de esta forma, los primeros planos del fútbol mexicano y el protagonismo para el que esta institución fue creada. El respaldo de una organización tan importante derivó en el regreso del mayor ícono histórico de la institución, Rafael Márquez fue anunciado en diciembre de 2015 como refuerzo del equipo. Posteriormente, en 2019, Grupo Orlegi Sports & Entertainment tomó posesión del club como propietario, con el compromiso de aplicar las mejores prácticas de la industria, para preparar la estructura de los Rojinegros hacia sus objetivos a corto y mediano plazo. Es así que Atlas continúa como uno de los equipos de mayor tradición y arraigo en el país, con miras a un futuro en donde se mantiene la meta de formar jugadores de talla internacional, respondiendo con resultados al apoyo inigualable de la mejor afición de México, la Fiel.
Torneo Gladiadores 20-21: Difícil habría sido en enero predecir las dos coronaciones que hemos presenciado en la Liga MX. Primero, el Cruz Azul poniendo fin a una sequía de 23 años y medio sin un título de Liga, y este domingo el Atlas que logró coronarse por primera vez en 70 años. Pase lo que pase más adelante, este 2021 será inolvidable por esos dos equipos que han logrado el título. Atlas tiene un gran mérito por su regularidad y por la forma en que fueron construyendo este plantel. Hay una buena cantidad de canteranos, pero también adiciones que fueron formando una columna vertebral exitosa. A fin de cuentas esos eran los elementos que reunían otras versiones de los rojinegros que fueron competitivas pero que no lograron el objetivo.
Camilo Vargas, aunque cometió algunos errores en la fase final, terminó por ser determinante en la tanda de penales contra el León al parar los disparos de Luis Montes y de Fernando Navarro; Julio Furch, el goleador del equipo, que además tuvo la sangre fría para anotar el penal decisivo; Julián Quiñones no entró en planes en Tigres, pero en Atlas fue el mejor socio para Furch; Aldo Rocha aportó solidez en medio campo, su nivel es de selección aunque no lo convoquen; Hugo Nervo apuntaló la defensa en brillante entendimiento con Anderson Santamaría. Así podríamos ir línea por línea para encontrar a los jugadores que a su llegada sirvieron para cambiarle la cara al ahora campeón del fútbol mexicano.
Sin tener un plantel tan profundo como el de León, Atlas logró el título con toda justicia. Diego Martín Cocca es el arquitecto desde el banquillo de este exitoso proyecto. Hizo en principio un equipo sólido en defensa, al que era complicadísimo anotarle un gol. Su funcionamiento colectivo fue haciéndose más sólido conforme avanzó el torneo. Llegada la liguilla, el equipo funcionaba como reloj y tenía un gran desgaste. Ya en el juego definitivo en el Jalisco se dejaron la piel en la cancha, no podían dejar ir esta oportunidad. Hubo sufrimiento, no podía ser de otra forma. Así gana el Atlas, ¿no es cierto? Hablar de Atlas no sólo es referirse a uno de los equipos de más abolengo e importancia en el fútbol mexicano, es conocer una parte significativa de la identidad de Guadalajara, de las pasiones y valores de su gente. Enhorabuena al flamante campeón.
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