Nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.
El nuevo aeropuerto de la Ciudad de México es sin duda el proyecto mas ambicioso de este sexenio, y un sueño largamente acariciado por parte de inversionistas y empresarios que buscan fortalecer a nuestro país con una terminal acorde a la tecnología de nuestro tiempo. ¿Cómo surgió el proyecto? El aumento de pasajeros que transitan anualmente en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez (AICM) fue uno de los motivos para que el gobierno actual planteara construir una nueva terminal aérea. La expectativa era que, para 2021, vía aérea llegarán a México 42 millones de pasajeros, pero esa cifra se rebasó desde 2017, cuando se recibió a 44.7 millones de personas. La Dirección General de Aeronáutica Civil declaró al AICM saturado. El actual aeropuerto superó el límite técnico de operaciones permitidas de 394,000 vuelos al año, al registrar 449,664. Las consecuencias fueron retrasos y pérdida de calidad en los servicios aéreos. Esta situación, pone al país en rezago en materia de infraestructura aeroportuaria y limita su desarrollo.
Datos: El diseño está inspirado en el escudo nacional, el águila devorando a la serpiente. Los arquitectos a cargo son el británico Norman Foster y el mexicano Fernando Romero. Un jardín de cactáceas recibirá a los pasajeros y la guía de acceso tendrá elementos que simbolicen a la serpiente, el techo de entrada evocará al águila con sus alas abiertas. Su edificio terminal medirá de punta a punta un kilómetro y medio, en el que cabrían tres glorietas de Reforma. La subestación de alta tensión para atender al aeropuerto podrá generar electricidad equivalente a alumbrar todo Pachuca. Tendrá cuatro pisos donde se ubicarán, entre otros, tiendas de autoservicio y la entrada para el check in. El nuevo aeropuerto contará con tres pistas simultáneas para despegues y aterrizajes y 96 posiciones de atraque.
Su primera etapa iniciará a fines de 2020 para satisfacer una demanda de hasta 76 millones de pasajeros. Su máximo desarrollo está previsto para atender a 125 millones de usuarios. Se trata del segundo aeropuerto más grande del mundo, el primero se ubicará en Estambul, Turquía, que servicio a 150 millones de viajeros. De las cerca de 300 empresas que trabajan en la construcción del nuevo aeropuerto, 90 por ciento son de origen mexicano. La construcción del aeropuerto necesitará más de 500 mil metros cúbicos de concreto, equivalentes a 12 veces el Estadio Azteca. Seis mil camiones entran y salen diariamente moviendo material. La varilla que se emplea en las plataformas del Centro Multimodal de Transporte y el edificio terminal es superior a 13 mil kilómetros, equivalente a la distancia entre Alaska y la Patagonia.
Para la cimentación de cada una de las pistas se hunden un millón y medio de drenes, es decir, mangueras de 20 metros cada una para extraer agua. Si se considera que, en una primera etapa, el nuevo aeropuerto contará con tres pistas y se juntaran todas esas mangueras que se utilizarán se darían dos vueltas y media a la tierra. La estructura inferior que servirá de soporte a la superestructura icónica del nuevo aeropuerto, se construye sobre una superficie de 312 mil cuadrados, para ello se instalan 865 lozas moduladas en el que se utilizarán 105 mil toneladas de acero de refuerzo. El nuevo aeropuerto incluirá tecnologías como pases de abordar virtuales por medio de smartphone o wearables, verificación biométrica, circuitos cerrados de videovigilancia en 4K y quioscos de información interactivos. Pero además de estas tecnologías que son una comodidad para los viajeros, el NAICM contará con tecnologías de Internet para toda clase de dispositivos para mejorar así la gestión de todas sus operaciones (un aeropuerto inteligente).
El proyecto es financiado con fondos públicos y privados. Hasta la fecha, se tienen asegurados recursos por 197,000 millones de pesos, de los 160,000 millones que están comprometidos. Las fuentes de fondeo son: desde recursos generados por la afluencia de pasajeros a través de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) —donde se han obtenido 119,000 mdp—, el esquema de financiamiento Fibra E, recursos de Banobras y dinero público asignado al Grupo Aeroportuario Ciudad de México, en el presupuesto de egresos 2018. Inicialmente, el proyecto serviría para solventar la demanda de 42 millones de pasajeros al año, pero al rebasarse esa afluencia en 2017 se ajustó el Plan Maestro del proyecto para que cubriera una demanda de 55 millones de viajeros para el 2021. Para lograrlo, el NAIM contará con un edificio terminal de 743,275 m2 y tres pistas de operación simultánea, con lo que se convertirá en el primero, fuera de Estados Unidos, que tendrá esa característica. Se estima que la inversión final sea de 285,000 millones de pesos.
Respecto al reciente anuncio sobre el nuevo tren suburbano que llegará al NAICM desde la estación Buenavista del metro, en la Ciudad de México, éste sin duda representa un avance en términos de movilidad, pues dicha estación se encuentra en una zona céntrica y bien conectada. El nuevo aeropuerto es vital para que México se beneficie más plenamente de su posición geográfica, ideal, que une América del norte con Centroamérica y América del sur. El NAICM pondrá a México en una situación privilegiada para recibir a mas visitantes turistas, y que nuestro país se convierta en la plataforma ideal para hacer negocios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario