El ultimo ladrillo en la pared: The Endless River de Pink Floyd.
"El río infinito"es una salida razonablemente suave y elegante. Tiendo a evitar el tratar de encontrar nuestro lugar como grupo en la historia, prefiero que lo hagan por nosotros mismos. El último juez de una obra es el propio artista. En 1967, la forma en que trabajábamos e interactuábamos juntos era completamente diferente a cómo lo hacíamos en 1979, cuando estábamos componiendo "The Wall". Prefiero escuchar los aplausos, como reconocimiento, que afirmar que somos grandes", señala reflexivo Nick Mason, baterista de la legendaria banda inglesa Pink Floyd.
El grupo de rock progresivo lanzó al mercado el que será su último disco de estudio, “The Endless River”, un álbum primordialmente instrumental, que le dedican al fallecido tecladista Rick Wright. Al mismo tiempo que se ponía a la venta a través del sello Parlophone, este trabajo se dio a conocer con una presentación en todo lo alto en Londres, en el que la inconfundible música de la banda se acompañó a través de una instalación de luces y proyecciones psicodélicas, con los temas que los llevaron a la fama en las décadas de los 60´s y 70´s.
Una selecta lista de invitados acudió a la velada en el Porchester Hall de Battersea, para escuchar el disco en mesas bajas iluminadas con lámparas marroquíes y perfume de incienso. “The Endless River”, álbum con 21 temas, recupera los sonidos del grupo en los años 90´s, según había explicado anteriormente el guitarrista David Gilmour, uno de los productores junto con Phil Manzanera, Youth y Andy Jackson, ya que se alimenta y se nutre de “La música que surgió de las sesiones de grabación de ‘Division Bell’, en 1993″.
En esas sesiones estaba presente todavía Wright, fallecido en 2008, a quien sus compañeros Gilmour y Mason le dedican este último trabajo como un “homenaje póstumo”. “Escuchamos más de veinte horas de nosotros tres tocando juntos, y seleccionamos la música sobre la que queríamos trabajar para este nuevo álbum”, afirma Gilmour, quien ademas indico que se han añadido “partes nuevas” para convertir este trabajo consumado “en el disco de Pink Floyd del siglo XXI”.
La desaparición, dos años antes del cantante y guitarrista Syd Barrett, 2006, perdido penosamente para el mundo de los cuerdos décadas atrás, y el destierro involuntario de Roger Waters, expulsado de Pink Floyd por la vía legal, aunque él siga haciendo la lucha por su cuenta resucitando espectáculos como 'The Wall' y 'Animals, dejan bastante claro que éste es el final definitivo de uno de los grupos mas renombrados de todos los tiempos, Pink Floyd.
Tanto Gilmour como Mason tenían interés en que esta obra, con sobresaliente música de teclado, notoria en todo el repertorio del disco a fin de saldar su deuda con Wright, al que admiten, no valoraron lo suficiente en vida. “Fue subestimado por el público, por los medios de comunicación, y a veces, odio decirlo, también por nosotros mismos”, menciono contrariado Gilmour a la BBC de Londres.
“No siempre lo reconocí debidamente. La gente tiene diferente actitud hacia su trabajo y podemos hacer demasiados juicios de valor y pensar que alguien no se está esforzando lo suficiente, sin darnos cuenta de que su esfuerzo es diferente al de los otros”, admite conmovido. Para Mason, el disco “es una gran oportunidad de reconocer, recordar, y quizás dar más crédito, si bien es algo tarde”, a Wright, quien fallecio a los 65 años.
“Creo que este álbum es una buena manera de reconocer mucho de lo que el hacía y cómo su manera de tocar estaba en el corazón del sonido de Pink Floyd”, afirma convencido. “Escuchando de nuevo las sesiones, he recordado el músico tan especial que era”, agrega sereno el baterista. El resultado es un álbum de cuatro caras al más puro estilo de Pink Floyd, con sonidos surrealistas, casi étnicos, muy sugestivos, y reminiscentes de la mejor época del grupo.
El único tema con letra, “Louder Than Words”, pone el punto final al álbum, el espíritu de “El río sin fin" lo captura la enigmática imagen de la portada, creada por el artista digital egipcio Ahmed Emad Eldin, que muestra a un hombre “remando” en un mar de nubes. Aunque quizás suene sorprendente, “The Endless River” confirma la calidad musical de una mítica agrupación que compuso temas clásicos como “The dark side of the moon”, “The wall” y “Wish you were here”. Mason declaro que si bien aún tienen canciones inéditas en sus archivos, éstas no son lo suficientemente buenas como para ser publicadas en un álbum. Sobre componer nuevos temas ni siquiera se habla en la banda. “No creo que después de esto venga algo más”, expresa el músico categórico.
En septiembre de este año el grupo anunció esta corta reunión de sus integrantes (salvo su emblemático creativo Roger Waters). Este nuevo álbum representa el regreso después de dos décadas separados sus integrantes, sin contar pequeñas reuniones para presentaciones en vivo. El álbum comenzó su proceso en 1993, con el final de ‘The Division Bell’, pero todo se quedó en el aire. Un reencuentro entre Gilmour y Mason en 2013 los hizo revisar el material de las sesiones que grabaron en los 90´s y consideraron que merecía salir al público. Así que la banda estuvo trabajando durante poco mas de un año terminando los arreglos de este disco instrumental de rock progresivo.
El reconocido científico Stephen Hawking contribuirá con su voz en este trabajo discográfico de la mítica banda de rock británica, en “The Endless River”, los destacados músicos sacan la voz e instrumentos luego de mas de veinte años, el aporte del físico teórico se puede ver en la lista de los créditos del álbum, que fueron publicados un mes antes de su lanzamiento. En el tema Nº 14, titulado “Talkin’ Hawkin”, el científico contribuye con su voz. Cabe recordar que por su enfermedad, degenerativa Hawking se comunica mediante un sofisticado computador.
Hace pocas semanas, Gilmour adelantó la publicación de esta realización, y como una advertencia a sus admiradores, avisó: “Esta es la última producción que sacaremos”. Pink Floyd se formó en Londres en 1964, siendo sus componentes iniciales Syd Barrett, Nick Mason, Roger Waters y Richard Wright. Gilmour se unió en 1967, y Barrett, que tenía problemas de salud mental, dejó el grupo un año después, 1968. Con sus letras filosóficas, su experimentación de sonidos, y sus más de 300 millones de álbumes vendidos, Pink Floyd está considerado como uno de los grupos musicales más influyentes del siglo XX. Buena parte de la critica especializada los considera superiores en cuanto aportación musical y legado visual a The Beatles. Así, este icono cultural y artístico se despide.
No hay comentarios:
Publicar un comentario