“Soy
alguien que nunca estudió para ser actor, es algo que siempre he hecho de
manera natural. Jamás me pregunté si debía prepararme para eso. Estudié
Comunicación, fui maestro, trabajé en un periódico como diseñador gráfico, y
actué en obras de teatro durante 25 años, sin ganar un solo peso. Cuando inicie
trataba de no molestar a nadie, tenía una mezcla entre miedo y timidez por no
saber comportarme en un set. Inclusive me preocupaba en cómo decir sí a unos, y
no a otros, a la hora de escoger un proyecto”, señala reflexivo y
analítico Joaquín Cosió, el sin
lugar a dudas mejor actor de reparto del cine mexicano actual. Su fuerza en la
pantalla es única. La llena totalmente. Hace personajes memorables, aunque rara
vez sean los protagonistas de la trama.
Joaquín
Cosió nació en Tepic, Nayarit, en 1962, y a los tres años de edad se mudó con
su familia a Ciudad Juárez, Chihuahua. “Desde el primer momento, me daba
tanto gusto actuar, como jugar básquetbol. Cuando tuve que decidir ser actor,
fue cuando viaje para quedarme en la Ciudad de México. Yo tenía una carrera en
Ciudad Juárez. Era maestro universitario y dirigía el área editorial de la
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Tenía una vida resuelta. Era un hombre
dedicado a mi profesión y también hacia teatro. Tomé esa decisión porque tengo la certeza de que es lo que
quiero hacer: dedicar mi vida a ser actor. Los papeles que he podido obtener me los he ganado en cada casting. Y esta decisión al final me ha funcionado, aún teniendo un
rostro tan rudo y una apariencia tan singular”, recalca.
Más
que ser un actor vigente, Joaquín Cosió
es un artista completo. Es un poeta innato, que se inició en el teatro a los 18 años, para posteriormente titularse
como profesor de literatura y comunicaciones, y trabajar paralelamente en cine,
teatro y televisión. “Entre el cine, el teatro y la televisión tienes que
aprender tres maneras distintas de hacer lo mismo, es decir, actuar, que
es interpretar un personaje, y hacerlo de una manera convincente, que transmita
emociones y estados de ánimo. Los tres medios son muy entretenidos, pero en mi
caso soy mas bien un actor formado en el teatro”, declara orgulloso.
Asimismo el reconocido actor ha publicado
dos libros de poesía, “Conversando otra voz”, y “Bala
por mí el cordero que me olvida”, además de dar a conocer una antología
de poesía del norte de México, y haber sido galardonado por la única obra de
teatro que ha escrito, Tomóchic: El día en
que se acabó el mundo, en
1994. “En cuanto a la parte literaria, la cual
disfruto mucho, no muchos actores del medio leen o escriben poesía en
estos días. El dinero para mí nunca
ha sido una preocupación fundamental. He corrido con la suerte de desarrollar
una profesión que disfruto. Tengo una carrera muy afortunada, ya que en México
siempre he tenido propuestas de trabajo, nunca he pasado por largos períodos sin
llamados. Para mí actuar es uno de los más grandes placeres que se pueden tener
en la vida. Me fascina estar en escena jugando, respirando, sudando en cada
representación”, manifiesta en forma vehemente.
Cosió Inició
su carrera a finales de la década de los 90´s, de la mano del director Luis De
Tavira, para a partir de ahí estelarizar una serie de grandes éxitos nacionales
como Matando Cabos, personificando a Mascarita, o en El Infierno, donde su magistral
interpretación del “Cochiloco” le valió una Diosa de Plata y un Ariel en 2011. “El fenómeno del Cochiloco me rebasó totalmente. Estoy
gratamente sorprendido porque la gente ha recogido este personaje de una manera
masiva y con mucho cariño. Y sí, efectivamente, en la cinta es un maleante,
pero también es otra cosa, es un ser humano que vive circunstancias que no
son las mas óptimas, y que él mismo asume con bastante dignidad, por ello en
sus actividades diarias demuestra que tiene lealtad, que tiene afectos, y que
es honesto, dentro de lo que cabe”,
expone.
Joaquín trabaja simultáneamente en la telenovela Mentir para vivir y se apresta a actuar en una obra teatral de
Ramón del Valle Inclán, en Madrid. Próximamente
aparecerá en el filme Cantinflas, de Sebastián del Amo, y en una obra teatral de Fernando Bonilla, en la
Ciudad de México. De igual manera ha
participado durante su vertiginosa carrera en toda una gama de producciones
nacionales e internacionales en los últimos años, demostrando su talento, compartiendo
créditos con actores como Daniel Craig, Judi Dench, Taylor Kitsch, Benicio del
Toro, John Travolta, Jimmy Smits, Salma Hayek, Damian Alcazar, Jesús Ochoa y
Bruno Bichir. En televisión, ha participado en: “K-dabra”, de Fox, “Los Héroes
del Norte”, en Televisa, y la serie “El Diez”, de ESPN.
Entre
su amplia filmografía, se pueden mencionar películas como: La Habitación Azul
(Walter Doehner, 2002); Una de Dos (Marcel Sisniega, 2002); Sin Ton
ni Sonia (Carlos Sama, 2003); Matando Cabos, (Alejandro Lozano 2004); Un Mundo Maravilloso (Luis Estrada, 2006); Efectos
Secundarios (Issa López, 2006); El Viaje de Teo (Walter Doehner,
2008); Arráncame La Vida (Roberto Sneider, 2008); Rudo y Cursi, (Carlos
Cuarón 2008); en la saga de James Bond: “Quantum of Solace” (Marc Forster,
2008); El Traspatio (Carlos Carrera, 2009); Te Presento a
Laura (Fez Noriega, 2010); “El infierno”, (Luis Estrada), 2010, Salvando
al Soldado Pérez (Beto Gómez, 2011); Una Vida Mejor (Chris Weitz,
2011); Pastorela (Emilio Portes, 2011); Salvajes (Oliver
Stone, 2012). Este año Joaquín ha participado en el largometraje “La vida
precoz y breve de Sabina Rivas, de Luis Mandoki, presto su voz a la cinta
animada “El Santos vs La Tetona Mendoza, de los moneros tapatíos Jis y Trino, dirigida
por Alejandro Lozano, y compartió créditos con Johnny
Depp y Helena Bonham Carter en “El Llanero Solitario” (Gore
Verbinski, 2013).
“El camino del actor es ir reconociendo tus limitaciones,
más que tus cualidades. Las cualidades, el tiempo hace con ellas lo que quiere,
ya sea si eres joven o viejo. Pero la búsqueda y la condición actoral tienen
que ver más con los recursos propios, y con los impedimentos y carencias que
vas teniendo. Creo que mi trabajo como actor ha ido en base a esos
reconocimientos, para poder ir descubriendo dos cosas primordiales: por un lado,
de qué puedo ser capaz, y de qué no. Mi carrera la he asumido con total naturalidad,
sin demasiadas pretensiones. Lo que más busco es actuar. Creo que tengo una fisonomía
que le agrada mucho a los directores”, destaca finalmente el histrión.
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