Aretha Franklin (1942-2018): Adiós a La Reina del Soul.
Nacida en Memphis, Estados Unidos, Aretha Franklin fue la cantante más impresionante que haya dado la música popular, por talento e importancia: acompañó los derechos civiles y la liberación femenina en los años 60s, supo reinventarse, y se volvió diva y leyenda. Escucharla era como ir a misa, decían. La llamaban “Lady Soul” porque era la gran dama del género pero también porque en su garganta había algo místico, angelical y profano, que mantuvo desde su debut como adolescente interpretando coros gospel. Pocas voces han afectado al mundo de una manera tan poderosa y profunda. Aretha Louise Franklin, tenía un registro amplio, sensible, negro, evangélico, capaz de convertir en creyente fervoroso a un ateo irredimible. Fue algo más que “la reina del soul”, un título que jamás tuvo que defender porque nadie se animó a discutirlo. Entre sus temas mas conocidos destacan: “Respect”, “I Say A Little Prayer”, “(You Make Me Feel Like) A Natural Woman”, “Chains Of Fools”, “Think”, “Son Of A Preacher Man”, “Bridge Over Troubled Waters”, “Rock Steady”, “Spanish Harlem”, “Amazing Grace”.
Aretha transformaba las canciones que pasaban por su voz sin importar su extracción; temas de Elton John, Paul McCartney, Rolling Stones, entre otros, salieron teñidas de un azul profundo, parecido al del cielo. Cantó el blues como ninguna, el góspel como ángel y dotó al soul de un estilo inimitable, elegante y temperamental. Todas las cantantes que vinieron después y abordaron un repertorio cercano al rhythm & blues, le deben algo. La lista va desde Chaka Khan y Bette Middler y llega hasta Joss Stone, Beyoncé y Nicki Minaj, pasando por Whitney Houston, Annie Lennox y Mariah Carey. Aretha quedará por siempre en la historia definiendo el sonido de la música negra en los años 60. “El soul es la habilidad de hacer que otra gente sienta lo que tu estás sintiendo. Es difícil reír cuando lo que quieres es llorar. Hay gente que puede ocultarlo. Yo no puedo, por eso no sueno falsa”, pregonaba la reina del soul. Eligió el 16 de agosto para morir, el mismo día que Elvis Presley. Una fecha que marca nuevamente el calendario de las leyendas.
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