Playa, sol, fiesta y ambiente. Son requisitos indispensables que buscan los turistas para elegir un destino para unas vacaciones con la familia. Y uno que cumple con todos ellos es Croacia, que además de 1.244 islas, 6.278 kilómetros de costa y fiesta hasta el amanecer, nos ofrece una acogedora arquitectura medieval y puntos de interés cultural. Un viaje perfecto. Croacia cuenta con un clima variado, en su mayor parte continental y mediterráneo. Su capital es Zagreb y la moneda oficial es el Kuna. El turismo es una fuente de ingresos importante ya que el país se encuentra dentro de los veinte destinos turísticos más visitados del mundo. Su población asciende a 4.29 millones de habitantes. La cocina tradicional croata varía. En Dalmacia e Istria prevalece la influencia culinaria italiana y otros países mediterráneos, caracterizada por el uso de mariscos, vegetales cocinados y pastas, así como condimentos como el aceite de oliva y el ajo. Existen tres regiones vinícolas. Destacando Eslavonia que produce vinos finos, particularmente blancos.
Lugares que visitar: Hvar: Es uno de los destinos turísticos más atractivos de Croacia. Es la isla más larga y la que más horas de sol recibe al año en el mar Adriático. Clima suave y olor a lavanda, romero y pino. Un sinfín de lugares para relajarse, aguas cristalinas para bañarse y caminos para pasear en la costa. La playa de Bonj se ha convertido en un destino vacacional frecuentado por personajes como Giorgio Armani o Bill Gates. Ofrece tranquilidad, como también fiesta desde la media tarde hasta que vuelve a salir el sol. Cerca del puerto se encuentra el bar Carpe Diem, donde el ambiente empieza a animarse entre cócteles para, unas horas más tarde, subir a bordo de un barco y desembarcar en una discoteca situada, de manera exclusiva, en una isla cercana, a 10 minutos de travesía. Es parada obligada el Kiva Bar para tomar un Helmet Shot, bebida que se toma de un trago. Ambiente chic, espectáculos y espacio al aire libre donde la fiesta está asegurada.
Brac: Hablar de la isla de Brac es hablar de Zlatni Rat, situada en Bol, enclave también conocido como El Cuerno. Una de las playas más espectaculares de Croacia, con agua cristalina y una lengua de arena que se adentra hasta 500 metros en el mar. El ferry que llega hasta ella parte de Supetar, un pueblo marinero que se nutre de turismo, pesca y agricultura, lugar donde también puede dar un paseo por el puerto. Brac es una de las islas más cercanas a Split, y permite realizar una excursión para concluir el día. Korcula: Según los lugareños, Marco Polo nació en esta isla en 1254. Mantiene la esencia de pueblo comerciante, con calles empedradas y un encanto singular. La playa de Lumbarda, a seis kilómetros, es una de las más visitadas e ideal para tomar pescado fresco y una cerveza en un restaurante a pie de playa. Uno de esos mágicos y placenteros sitios que marcan unas vacaciones para siempre.
Pag: En la isla de Pag, a dos kilómetros de Novalja, está la playa de Zrće. Con discotecas abiertas las 24 horas, muchas de ellas con piscina incluida, y espectáculos acrobáticos, logran atraer a personas de todas partes del mundo que bailan y se divierten sin fin mientras cambian de un local a otro caminando por la playa. La entrada es gratuita y el precio de las copas ronda los cuatro euros. Dubrovnik: La ciudad más popular de Croacia, y principal punto de llegada, reserva una sorpresa a escasos metros del centro de la ciudad: la playa de Gradska Plaza, que proporciona un contraste peculiar entre la arena y la muralla que rodea el centro histórico. Vale la pena entrar al casco antiguo por la Puerta de Pile; recorrer los dos kilómetros de muralla, disfrutar de las vistas de tejados rojizos y del Mar Adriático desde sus 16 torres; pasear por la calle Stradun, llena de edificios simbólicos, o perderse por sus estrechas y empedradas calles.
La noche cautiva a los viajeros; tras una cena en una de sus terrazas con ambiente mediterráneo, estos suelen dirigirse a las avenidas aledañas a la catedral para tomar una copa en la calle. La fiesta ahí no termina: el Culture Club Revelin transforma un fuerte construido en 1462 en una exclusiva discoteca en la que DJs internacionales mezclan sesiones de house y hip hop hasta el amanecer. Split: Es el punto de partida hacia cualquiera de estas islas y centro neurálgico de la costa dálmata, la playa más destacada de Split es Bacvice. El palacio Diocleciano fue declarado patrimonio mundial y su conjunto de fortalezas, iglesias, museos y calles pintorescas invitan a perderse y empaparse de esta mezcla de diferentes estilos arquitectónicos. Ambiente nocturno tampoco le faltará, pues acoge el festival Ultra Europe, la cita de música electrónica al aire libre más famosa del mundo. Visite Croacia, envuelvase en su cálido ambiente y disfrute sus playas de ensueño, en medio del mar adriático. Una experiencia sin duda irrepetible.
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