Colaboraciones y Poemas de Enrique Cervantes Ramirez

PEGANDO CON “TUBO” HASTA EL CIELO

Mítico integrante del histórico “Campeonísimo”, Jaime “el tubo” Gómez, falleció a la edad de 78 años, victima de cáncer de páncreas. Jaime David Gómez Munguía, nació en Manzanillo, Colima el 29 de diciembre de 1929, es el portero con más títulos de liga en el fútbol mexicano, genuina leyenda del Guadalajara, Chiva de corazón, que jugo asimismo con Monterrey, Oro y Laguna.
El apodo de “tubo” le fue puesto por parte del cronista deportivo Fernando Cortes, debido a la fuerza en que remataba el balón, con rencor, casi con tubo, cuando Jaime era parte de la selección nacional de voleibol, siendo reconocido en 1948 como el mejor jugador del año.
Debuto como profesional el cinco de mayo de 1950, en el partido Guadalajara-San Sebastián de León, milito en las filas del Guadalajara de 1949 a 1964, entre 1956 y 1965 obtuvo con el rebaño siete títulos de liga, 56-57, 58-59, 59-60, 60-61, 61-62, 62-63 y 63-64.
Es celebre la anécdota en la campaña 62-63 en que se corono el Oro, cuando desde su portería se agrego al ataque en la ultima jugada del partido, un tiro de esquina, en que su remate fue providencialmente desviado por Antonio “piolín” Mota para rozar el travesaño y salir apenas por encima; otro relato muy recordado sucedió el 24 de abril de 1955, cuando en el Parque Oro en un clásico Chivas-Atlas tuvo la ocurrencia de sentarse a leer una revista, recargándose en el marco derecho de la portería debido al poco trabajo que le dieron los delanteros rivales, en una actitud burlona y desafiante, dicho juego terminaría favoreciendo 5-0 al rebaño sagrado. Participaría en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 1950, y en las copas del mundo Suecia 1958, y Chile 1962.
Jaime Gómez fue el encargado de escribir la historia oficial del equipo de sus amores: “Chivas, La historia del Guadalajara”, por petición de la Asociación Civil, obra que concluiría en 1997, tras una ardua investigación de varios años, en las hemerotecas locales y nacionales. En la época reciente Jorge Vergara le había encomendado la tarea de convertirse en la memoria virtual del club, para recopilar la información básica y documentar la grandeza del equipo para el Museo de las Chivas, del cual seria director, y que será inaugurado tras la apertura del flamante nuevo estadio, el Templo Mayor.
Ya retirado el “tubo” representaba al estado en los campeonatos de la tercera edad en las disciplinas de atletismo, básquetbol y cachibol, su última participación en el deporte se dio en el Décimo octavo Campeonato de Atletismo Master en Riccione, Italia en 2007.
En total, su palmares acumula lo siguiente: siete títulos de liga, tres subcampeonatos, cuatro Copas de Oro de Occidente, cuatro títulos de Campeón de Campeones, una Copa Challenguer, un Campeonato de la Concacaf, tres Torneos Pentagonales y una Copa México.
Escribió columnas en periódicos de la urbe y fue comentarista de radio. Es así que el fútbol mexicano pierde a uno de sus iconos más emblemáticos, el cual escribiera con letras de oro su legado, un rojiblanco de hueso colorado, y una de las máximas referencias del campeonísimo, una autentica leyenda que pega su último salto, con “tubo”, hasta el cielo.