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viernes, 12 de agosto de 2016

El deportista mas laureado en los juegos olímpicos: Michael Phelps.



Michael Phelps agigantando su leyenda en Rio 2016.  

Era el más grande antes de Río 2016. Pero su condición de atleta excepcional y de competidor irreverente le hicieron perseverar y acudir a sus quintas olimpiadas. Y una vez en Brasil, Phelps, el deportista más laureado en la historia de los Juegos Olímpicos, agigantó todavía más su leyenda al conquistar su vigésimo tercera medalla, la decimonovena de oro. Con una actuación soberbia y trascendental el tiburón de Baltimore condujo al triunfo al equipo norteamericano en la final del relevo 4x100 libre, para recuperar el trono que habían perdido en Londres 2012. 
Una gesta que ratifica la condición de Phelps como rey indiscutible de la natación, muy por delante de cualquier competidor de cualquier época. No pudo en esta ocasión adornar el oro conseguido con un récord del mundo. Un detalle que quedó en un segundo plano al hacerse de nuevo con la corona que les arrebató hace cuatro años de manera sorpresiva el equipo francés. 
Actualidad: La piscina era un hervidero de emociones. El público aclamaba a Phelps, el siguiente relevista. El ruido era ensordecedor. Pero la final olímpica reclamaba concentración y velocidad. Y en medio de todo ese revuelo salto Phelps, en desventaja con su rival francés. Antes de los primeros 50 metros le dio caza. En el giro se destacó como líder y cuando completó la piscina la ventaja era ya de un segundo, tan considerable que parecía claro que el oro era estadounidense. Ryan Held y Nathan Adrian completaron la prueba para lograr un oro histórico para Phelps. El cuarteto norteamericano firmó un tiempo de 3:09.92 y aventajó en 61 centésimas al conjunto galo. Completó el podio el equipo de Australia. 
Una vez más, ante unos niveles de presión elevadísimo, Michael Phelps volvió a comportarse como una leyenda. El peso de la historia y la trascendencia de un momento único en la piscina de Río eran evidentes para todos. Y fue allí donde volvió a tirar de talento para ayudar a su equipo. “Fue increíble, en la salida pensé que mi corazón iba a estallar, estaba tan emocionado”, señalo tras colgarse el oro. El rugido era ensordecedor cuando iba a relevar a Caeleb. “Era tan fuerte, no creo que haya escuchado algo así”, afirmoEl atleta olímpico más laureado de todos los tiempos es también el primero que logra al menos un oro en cuatro juegos diferentes. Y va por mas.  
En la sonrisa de un niño esta la madurez de un hombre. No hay contradicción alguna. Phelps siente emoción y responsabilidad mientras porta las barras y estrellas en Maracaná, como abanderado de su delegación, al igual Andy Murray, Usain Bolt y Rafael Nadal, como los deportistas más ejemplares de la arena olímpica. “Ha sido increíble representar a mi país, es una de las mejores cosas que me han pasado”, indica satisfecho. 
HistoriaEstar en Río ya ha supuesto otro reto, puesto que ningún otro nadador ha participado en cinco citas olímpicas. Phelps empezó en Sydney, a los 15 años, con un quinto puesto. En el Mundial de Barcelona, en 2003, y en los Juegos de Atenas, al año siguiente, ya se apoderó del prime time de la natación, aunque el reto de superar los ocho oros de Mark Spitz, en Múnich'72, no se cumpliera hasta Pekín. El mediático Spitz ha dicho que en Río 2016 Phelps no ganará un oro, sino varios. "Me han preguntado varias veces cuándo me di cuenta de la magnitud de mi hazaña, en Múnich. La respuesta es cuando Phelps consiguió superarla, en Pekín", añade. 
Después de Pekín, en cambio, se produjo el derrumbe al que siempre había sido proclive el frágil Phelps, hijo de padres divorciados, tímido, huidizo, cuya fortaleza mental, no sólo física, sólo se expresaba en el agua. Una imagen en la que se le observaba tomando y fumando le valió una sanción y el gigante, el Polifemo del agua, quebró. 
Aumentaron las salidas nocturnas, las ausencias en los entrenamientos que provocaron el distanciamiento con su entrenador desde los 11 años, Bob Bowman, y se produjo hasta una ruptura sentimental. Un careo extremo con el técnico impuso las condiciones. Los entrenamientos en la estación de Colorado Springs, en altura, le devolvieron la forma para lograr otras ocho medallas en 2012, pero esta vez los oros fueron seis. A pesar de ello, el Phelps de Londres no fue el de Pekín, y no únicamente por los cuatro años más. Se sentía hastiado. Al concluir su participación, dijo basta. El problema de Phelps, sin embargo, es saber quién es lejos de la piscina. La retirada lo devolvió a una vida disoluta. Cuando le dijo a Bowman que quería participar en Río, el técnico le dijo que estaba loco, pese a todo, acepto volver a entrenarlo y ponerlo en forma de nuevo. 
La experiencia anterior a Londres ya había sido muy dura. Phelps insistió en competir, mientras intentaba recomponer su vida. Se reconcilió con su novia, Nicole Johnson, con la que tiene su unico hijo, Boomer, e hizo las paces con su padre con el que había vivido una tormentosa relación. Su madre, que estuvo presente en la grada del Cubo de Agua de Pekín durante todas las jornadas, ha sido su sostén. "Me siento en paz" es la frase que, hoy, refleja su estado.  
Quienes conocen a Phelps, no obstante, saben de su competitividad extrema. Ryan Lochteel nadador con que mas ocasiones se ha enfrentado durante estos años, afirma: "Si te vas a enfrentar a él, tienes que emplear hasta la última gota de tu energía. Te la va a exigirPhelps es muy bueno cuando no se entrena, y es genial cuando lo hace", enfatiza. Sólo ese talento es el que le ha permitido estos vaivenes y regresos, después de periodos pasado de peso, en los que los entrenamientos pasan a segundo plano.  
"Es fantástico que me haya convertido en el primer nadador con más de 31 años en ganar un oro olímpico", afirma orgulloso con su tipica sonrisa de niño grande. Pocas veces en las 18 competiciones anteriores que subió a lo alto de un podio olímpico, Phelps mostró tanta felicidad como cuando lo hizo para recoger en compañía de Caeleb DresselRyan Held Nathan Adrian el oro por su triunfo en el relevo de 4x100 libre. Esta prueba representa el regreso de Phelps al escenario de sus mayores éxitos, los Juegos Olímpicos, después de un cuatrienio agitado en el que pasó de estar retirado y bordear la ley en varias ocasiones a reencontrarse con la pasión por la natación y crear una familia. Phelps, en una vuelta atrás al tiempo, volvió a recibir una medalla de oro olímpica, algo que no por repetirlo de nueva cuenta deja de ser una noticia. 
Michael Phelps, el hombre récord de la historia olímpica, y su apetito insaciable a la hora de acumular medallas. Simplemente el mejor nadador de la historia. Phelps anuncio su retiro definitivo tras concluir los juegos olímpicos Rio 2016, al igual que el velocista jamaiquino Usain Bolt 

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