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viernes, 23 de mayo de 2014

Chef borícua, de padres franceses, y corazón mexicano: Thierry Blouet



Thierry Blouet: Empresario exitoso y chef de culto en Puerto Vallarta

“Mi padre era hotelero y por ello vivíamos en diferentes países. Conocí muchas culturas y tradiciones. Me metía a las cocinas y disfrutaba ver lo que hacían, gozaba ver a mi madre cocinar, y me encantaba ayudarle. Siempre me gustó el diseño, pero mi hobby era la cocina. Tres meses antes de terminar la preparatoria decidí que no iba a estudiar la universidad, ya que quería incursionar de lleno en el mundo de la gastronomía”, afirma complacido Thierry Blouet, chef y propietario de restaurantes que han puesto en todo lo alto la gastronomía de Puerto Vallarta a nivel internacional. Thierry ha participado en las cocinas más prestigiadas del mundo, como Le Moulin de Mouginsen Canes, Francia, donde trabajó con el afamado Chef Roger Verger, y en Chicago, Estados Unidos, en el restaurante del hotel Ritz Carlton 
Blouet nació en Puerto Rico en 1964, sus padres, franceses, lo educaron entre Francia y México, países donde la alta cocina es un ingrediente esencial para la vida diaria. Siendo un Chef extremadamente visual, los platillos de Thierry son simplemente composiciones magistrales, con colores que avivan el sentido visual, en armonía con aromas tentadores, y texturas sutiles, que provocan los paladares, concentrando los sabores, que perfeccionan el gusto. Thierry inició su carrera en el Hotel Camino Real en Ixtapa, en 1983, para posteriormente ser promovido como Chef de Party en el Hotel Camino Real de la Ciudad de México, y al poco tiempo ser enviado a la sucursal Camino Real Puerto Vallarta, en 1987. “La carrera de chef se estudia en la escuela de la vida, siempre tuve hambre por aprender. Sabía que mi trabajo era mi escuela, me enfoqué en perseverar; quería ser una persona de éxito. Tras ganar un premio internacional, la cadena hotelera me consideró alguien esencial y me ofreció ir a Puerto Vallarta a trabajar. Salí del aeropuerto y comencé a mirar la magia del pueblo, su selva, sus playas espectaculares. Al siguiente día decidí quedarme aquí a radicar”, señala satisfecho.
Hoy en día Blouet es una de las máximas autoridades en la gastronomía en Puerto Vallarta. Dueño indiscutible de diplomas, premios y otras condecoraciones obtenidas en el ramo. Blouet ha hecho de Puerto Vallarta un destino que además de turístico, es una de las más interesantes plazas gastronómicas de la República Mexicana. Este dinámico empresario es dueño de un innegable carisma que le ha ganado la confianza y el respeto de todos sus competidores, ya que ha creado una escuela de gastronomía. "Mis padres son franceses, yo nací en Puerto Rico, pero mi corazón es mexicano. México para mi es todo. Es mi vida, mi sueño, mi familia, mis negocios. Es el país más completo e interesante del mundo”, expone agradecido, en un español perfeccionado a lo largo de sus años de estancia en México.
Los alumnos de Blouet se ubican en varios de los restaurantes más importantes del puerto. Frida, Trío, Lucca, La Palapa, etc. Thierry ha constituido un pequeño emporio de sello personal, en el cual se pueden apreciar los motivos de su influencia en esta inigualable región de la costa jalisciense. Su trilogía la conforman el ya famoso y reconocido Café Des Artistes, el sofisticado Constantini Lounge, y Thierry Blouet, un destacado restaurante de cocina de autor. Thierry Se convirtió en propietario único de Café Des Artistes en 1994, y los comensales descubran la elegancia gastronómica, dentro de un magnífico ambiente. En el 2003, introdujo nuevos conceptos al típico Café Des Artistes, dando vida a Costantini Martini & Piano Bar, el cual hoy lleva por nombre P’yote Lounge, con la implementación de un menú de tapas y música en vivo. Dos años más tarde, en 2005, creó lo que en la actualidad es la joya del corporativo, el genuino concepto de “Thierry Blouet Cocina de Autor”, un singular restaurante basado en creaciones artísticas en cada detalle. En 2008 abre Café Des Artistes del Mar, en Punta de Mita, cerca de la playa. Así como da a conocer el tequila Thierry Blouet, en sus tradicionales variedades: blanco, añejo y reposado. “Café Des Artistes ha tenido una evolución impresionante, ha sido un trabajo de mucho esfuerzo, de lucha día con día, de años difíciles, y de tomar decisiones. A los cuatro años trabajando aquí decidí hacerme dueño único. Me siento muy satisfecho de estos años de trabajo. Estoy viviendo mi sueño, el Café es un escondite mágico, lleno de arte, con conceptos modernos y contemporáneos. Disfruto ver a mis clientes alegres, observar que se divierten y viven una experiencia única a través de mi cocina, con recetas francesas, e ingredientes mexicanos”, declara entusiasmado.
El tradicional Café Des Artistes sirve menú a la carta, con capacidad para 212 personas en el restaurante. El Thierry Blouet Cocina de Autor, es un lugar íntimo para 40 comensales, el cual cuenta con una demostración de cocina. Ahí, cada noche, se sirve un menú de la firma del chef. Para después de la cena, convertirse en un salón privado, con luz tenue, y acompañamiento de piano. La carta propone que el comensal seleccione menús de tres, cuatro y cinco tiempos, a su antojo. La idea es que experimente los sabores que desee, y los rocíe con los mejores vinos disponibles de la excelente cava Blouet. Este lugar permite observar libremente el tránsito en la cocina, con un salón de champaña, y otro de puros y coñacs. Hay platos indescriptibles en este novedoso concepto gastronomico, que se guardan celosamente en el gusto. La carta se renueva mes a mes, y el local sirve como salón de ensayos para definir platos que a su vez nutrirán la carta de otro exitoso concepto, Café Des Artistes.
El gourmet hace su incursión en un restaurante consagrado al culto de la carne, un local estratégicamente ubicado en la Plaza Península. El Thierry Blouet es la síntesis de la exquisitez culinaria y aspectos colindantes. Cada detalle ha sido minuciosamente cuidado hasta la saciedad, desde las telas que cubren las mesas, pasando por la cristalería Riedl, y la vajilla VB. Un lugar así sólo se ve en Europa y en algunas ciudades de Estados Unidos. La cocina de autor de Blouet es considerada una de las más completas, audaces y armónicas de México. Entre platos que rotan y cambian por temporadas, el apetito se atrae por lo que el paladar imagina, la vista colabora cuando el bocado reposa en el plato, sobre una cama cremosa, recibiendo el rocío de salsas tersas, y templadas.
Entre lo que se puede saborear destaca la ensalada tibia de pato con chilaquiles rojos, una combinación sorpresiva, elegante y gloriosa. El molde del jitomate elabora un contexto especial de este fruto rojo. La costilla rostizada de ternera prepara una suculenta carne, de suavidad extrema, para recibir un baño de salsa de raíz fuerte, y chile pasilla,  nutrido con nopal e hígado de pato, sellado sobre frijol negro. El lechón rostizado con especias y cacao no tiene parangón. El paladar se integra a este comedor atendido con esmero. Al final, después de un generoso plato de quesos, un buen postre y café, para pasar al salón musical, fumar un habano, y acompañarlo con un coñac Luis XIII. Además de poseer su propio emporio, Blouet es miembro de la Academia Culinaria de Francia. Ha sido distinguido Embajador de la Cultura y Fiestas Culinarias en Puerto Vallarta y México.
Thierry congrega año con año a Chefs de Francia, Canadá, México y Estados Unidos en Vallarta, para compartir y enriquecer las técnicas culinarias, manteniendo los más altos estándares de calidad. “La identidad mexicana es única. Es alegría, creatividad, y misticismo. La espontaneidad que aquí existe hace la gran diferencia con otros sitios del mundo, donde todo es mas sistemático y organizado, y la gente no tiene esa misma magia de vivir el día a día, ni la de ser creativa y espontánea. Hay que entender que tenemos un país impresionante, y un producto extraordinario. Es increíble la riqueza que tiene este país. Hay que valorarlo, entender la magia que posee México, para promoverlo y destacarlo a nivel  mundial”, concluye convencido este chef impregnado en una serie de culturas culinarias. 
  




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