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viernes, 22 de febrero de 2013



OMAR BRAVO: ACTUAL FIGURA ROJINEGRA, DE SANGRE ROJIBLANCA.

“Yo voy a salir siempre a hacer mi trabajo cada semana, en cada partido. Salgo a concentrarme y a conscientizarme todo lo que nos estamos jugando cada fin de semana. Si en los partidos hay oportunidad de anotar, que bueno, pero lo que en realidad deseo es que apoyen con todo al Atlas”, Señala un convencido pero a la vez mesurado Omar Bravo, jugador de movilidad, buen trato de pelota y visión de juego, goleador actual del atlas, y paradójicamente, jugador insignia del rebaño sagrado. Omar Bravo Tordecillas nació en Los Mochis, Sinaloa, el 4 de marzo de 1980. Su niñez la paso jugando béisbol, y en su adolescencia practico el box, deporte que no fue del agrado de sus padres. Aunque en realidad siempre le apasiono el futbol, soñando con convertirse algún día en futbolista profesional. “Del futbol nacional admire a ídolos como Ramón Ramírez y Benjamin Galindo. Del extranjero siempre me encanto la contundencia y estilo de Raúl González, goleador histórico del Real Madrid”, afirma. A mediados de 1994 Bravo decide aceptar una oferta del Club Guadalajara para ir a probarse a sus instalaciones, con la intención de quedarse en la ciudad y consolidarse como jugador profesional. Finalmente, tras pasar varias categorías, anotando en cada una goles, debutaría con las Chivas Rayadas del Guadalajara el 17 de febrero de 2001, de la mano del técnico Jorge “El Vikingo” Dávalos, ante los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en el estadio El Volcán. Seria en el torneo de Apertura 2006 en que lograría ser campeón de liga con el Guadalajara, tras haber obtenido un año antes el subcampeonato del Clausura 2005. Sus buenas actuaciones lo catapultan para llegar a la selección mexicana dirigida por Ricardo Lavolpe, para disputar el mundial de Alemania 2006, justa donde logro dos anotaciones. “Jugar un mundial es como una graduación para cualquier futbolista. Ese fue para mi gran un sueño cumplido. Estar de inicio en los partidos y cantar con mis compañeros el himno nacional fue un momento maravilloso, incluso escribí un diario sobre esa aventura mundialista, que atesoro con cariño”, recuerda. En el Clausura 2007 Bravo obtendría su primer y único titulo de goleo, al conseguir encajar 11 dianas en las porterías enemigas. Omar saldría del equipo rayado en mayo de 2008 para ser traspasado al Deportivo La Coruña de la liga española, equipo donde jugaba un compatriota suyo, Andrés Guardado, logrando anotar tres goles, uno en el torneo local y dos en la Copa del Rey. “Un gol para un delantero es un desahogo momentáneo, porque hay que pensar en el resto de partido, y en como ayudas a tu equipo. Te tienes que volver a concentrar. Es una felicidad momentánea, donde uno quisiera que se acabara ya el partido y que así quedara el marcador. Pero este es un juego de 90 minutos, y tienes que hacer la parte que te corresponde, meter goles o poner pases a los compañeros”, declara. Su incursión en el balompié europeo terminaría pronto ya que no cumplió con las expectativas del equipo oriundo de Galicia. “Mas Allá de mi nombre, soy un jugador profesional de futbol y siempre tengo que dar lo mejor de mi, hasta el limite de mis posibilidades, ya si me va bien o mal, eso es cosa aparte, pero siempre trato de entregarme al máximo, dar el 100 %, mas allá de traer la camiseta del Atlas, Chivas, Kansas City o La Coruña. Donde este, siempre voy a dar todo de mi, así que espero que los aficionados no tengan ninguna duda al respecto”, señala. En enero 2009 regresaría a México en calidad de préstamo a los Tigres de la UANL, donde no logro ni una anotación. Seria así que La Coruña lo pondría en venta definitiva, pero al no obtener ninguna oferta concreta le rescinde el contrato, dejándolo en libertad absoluta para contratarse con el equipo que quisiera, pues ya no requería de sus servicios. “Siempre he buscado ser un jugador perseverante, que trata de cumplir con sus objetivos, pero en el futbol a veces las cosas salen bien, y en otras ocasiones no tanto. Pero yo nunca bajo la guardia, ni los brazos, siempre peleo hasta el final, hasta que se acabe al partido. Y eso mismo hago en cada entrenamiento, quiero que ese esfuerzo me distinga”, expone. Es entonces que el mochiteco en agosto de ese año decide volver a su equipo de origen, el Guadalajara, conjunto en el que reverdecería laureles formando una temible dupla con un impetuoso joven delantero, Javier “El Chicharito” Hernández. Tras un par de torneos irregulares sale del rebaño sagrado rumbo a los EEUU, para jugar con la franquicia de la MLS, Kansas City Wizards, siendo utilizado como una figura de mercadotecnia para atraer a las tribunas al público latino. Con este conjunto participaría en un par de torneos, sin embargo los Wizards no protegen a tiempo la carta del jugador sinaloense antes del draft de equipos 2011, por lo que Bravo aprovecha para regresar a México, siendo contratado de manera inmediata por el Cruz Azul. Con la maquina celeste no consigue consolidarse como titular indiscutible durantes los tres torneos que participa, y es por ello que los cementeros deciden prestarlo al Atlas, equipo en peligro de descenso, para revaluarlo, futbolísticamente hablando. “Los goleadores somos de rachas, aunque eso de la mala suerte para mi no existe. Existe el trabajo, y nada más. El futbol es un juego que con el tiempo he aprendido a disfrutarlo mas, y se que día a día se acerca mas mi fecha de retiro, pero mientras juegue quiero divertirme, y sobre todo ganar”, destaca. Es así que en diciembre de 2012 se oficializa la incorporación de Bravo Tordecillas a los zorros, situación que provoca una gran controversia por parte de la fiel al incorporar a la platilla a un indiscutible símbolo de su máximo adversario. “Este es uno de los retos mas difíciles de mi carrera, por la situación porcentual y económica que atraviesa el equipo, pero como ya he comentado antes, fui yo quien tomo la decisión de venir al Atlas, mas allá de lo que se podría generar en cuanto a polémicas y opiniones. El presente es lo mejor para mi, porque del pasado ya no puedo remediar nada. Pero a final de cuentas creo que la balanza en mi carrera ha sido positiva”, sostiene. Tras siete partidos con el equipo de La Academia y cuatro importantes goles que le han significado diez puntos, asumiendo su rol como jugador de experiencia, y líder, Omar Bravo se convierte en simbolo del gol en la Liga MX, tan solo resta esperar cuanto dura este inesperado romance entre la tribuna rojinegra, y el profesional surgido, consolidado e identificado por su sangre rojiblanca. “Quiero que me recuerden como un gran profesional que siempre trabajo para que las cosas salieran bien, y que así intento ganar. Me gustaría ser ante todo un buen ejemplo para la juventud”, recalca.

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