Seguidores

jueves, 10 de enero de 2008




PROFANA

Mi querida profana,
Mi amada nocturna,
Nunca fue fácil coincidir
Contigo,
Oscuramente conocerte,
Para después confrontarte,
Pues algunas veces eras tan
Falaz, superflua y vana,
Como otras veces eras tan
Etérea, diáfana e impoluta,
Una diosa profana,
Una mujer obscena,
Continuamente
Rompiendo promesas y
Quebrantando juramentos,
Para que ante tu sólida imagen
Yo me ampare y te venere,
Pues tu encabezas mis pasiones
Y abanderas mis deseos,
Apoderándote de mi voluntad
Y apropiándote de mis sentidos,
Diseñando a la razón y
Desatando a los sentidos,
Tu, tan repentinamente tierna
Y descaradamente osada,
Entremezclando
Carnalidad e inocencia,
Sencillamente certera,
Alterándolo todo alrededor,
Encontrándole a todo un
Sentido,
Pues todo lo arrasas tu,
Todo lo arrastras,
Dejando siempre rastros,
Dejando símbolos y huellas,
En interminables noches
Que te agotas y te entregas,
Sin titubear ni vacilar,
En una forma decidida y
Absoluta,
Pero debajo de estas ropas...
¿Me muestras todo lo que hay?
Cuando me encuentro sin
Pensar cautivo,
Mientras habito en tu piel
Y me cobijo en tu cuerpo.
Dilucidando armoniosamente,
Entre la suavidad de tu piel
Y la firmeza de tu cuerpo,


SEPTIEMBRE

Y Asi pasa septiembre...
El mes más triste,
Para todos, para algunos,
Para mí, tan solo para mí.

Septiembre, sí septiembre,
Es el mes más triste,
Pues me duele su recuerdo
Al despertar.

Sí, septiembre siempre,
Es el mes más triste,
Donde yo solo observo
El hueco que dejaste en mi
Corazón.

Septiembre, triste septiembre,
Eres como una fiebre mortal
Y obscura,
Con días tus tan cortos y noches
Tan largas.

Septiembre, doloroso septiembre,
Mes que me va borrando
Y a la distancia sepultando,
Cubriéndome de amargura.

Septiembre, inevitable septiembre,
Mes que pintan en mi piel el color
De la melancolía,
Como asimismo el anhelo de algún
Día poderte olvidar.

Septiembre, inolvidable septiembre,
Tratando siempre de esquivarte,
Perdiendo casi la razón,
Mi mes primero, mi ultimo y mi todo,
Pues ahí sigue de nuevo la herida.

Septiembre, eterno septiembre,
Mes donde más frío cala el aire,
Mientras mi fuego lentamente sé
Apaga,
Mes noveno que da cuenta de la agónica
Y trágica muerte de un amor.


SEXO POR CONVENIENCIA

Pues sí, lo único que tu y yo
Obteníamos, era sexo,
Si, era mejor así,
¿Para que involucrar mas?
¿Para que meter al sentimiento?
Mejor utilizar a la razón,
Sin formalismos o papeles,
Sin ritos no ceremonias,
Sin determinar necesariamente
Nada,
Sin anteponer de antemano
Alguna posición o nombre,
Sin acordar fechas concretas,
Sin imponer días y horarios,
Sin inmiscuir falsas promesas,
Basados en el no compromiso,
Con un “te quiero” a veces,
Con un a veces “te amo”,
Pues:
A veces siento que te quiero,
A veces siento que te amo,
En ocasiones siento que te necesito,
Y estar amándote
Pero decir queriéndote,
Sin confundir innecesariamente
Al corazón,
Sin intentar ningún tipo de atadura,
Cuando al fin ha llegado
El aquí, y ahora,
Cuando ha llegado el momento
De la posesión y la entrega,
Sin disfrazar la pasión
Ni idealizar el deseo,
Sin lastimar mas allá de esto
Nuestras vidas,
Sin importunar nuestros destinos,
Asi, como si estuviéramos jugando,
Satisfaciéndonos el uno al otro
En ese momento preciso,
Para atender única y exclusivamente
Nuestras mutuas necesidades,
Sin pretender ni esperar nada a cambio,
Sin concebir alguna efímera esperanza,
Y una vez pasado el momento,
Cada uno poder continuar,
Y vivir de nuevo su vida, como si nada,
Hasta la siguiente vez,
Hasta la próxima oportunidad,
Hasta que uno u otro
Irremediablemente llame
Otra vez.


SHE DANCES (IN THE TABLE)

Una luz que se apaga,
Y aparece de pronto ella
En el escenario,
¿soy yo solamente quien la
Observa?
Pues no, ahí están los demás,
Los otros,
Como una multitud enardecida,
Y ahí destila su presencia,
Su figura, su belleza,
Donde ella es armonía y
Movimiento,
Si ella, ahí rendida y
Entregándose,
Sin condiciones,
Ni imposiciones,
Hermosa, bella y desafiante,
Ella ahí, tan perversa y perfecta,
Si, donde es ella la redentora
De todos mis pecados,
Aparentemente frágil,
Pero dura,
Tan a la mano,
Como inalcanzable,
Tan liberada,
Pero limitante,
Tan inconsciente de su hermosura,
Como inquietante,
Y yo sin querer rendirme,
Mirándote, anhelándote,
Perdiéndome en ese infinito cielo,
Tan solo lleno de buenas intenciones,
¿Cómo podrían ya separarnos?
Ella ahí en su capricho,
Y yo ahí en mi emoción,
Ella ahí en pleno éxtasis,
Y yo ahí por una necesidad,
Ella bailando y corriendo,
Corriendo sola contra el tiempo,
Pero alcanzando su futuro,
En ese cadencioso y frenético
Baile,
Así sé simple y entendible,
Como son sus movimientos y
Contoneos,
Donde eres tú lo único que yo
Debo recordar esa misma noche,
Ven y tómame ya,
Mi posesa,
Elévame, cúbreme y tiéndeme,
Finalmente mostrándome
Todos tus encantos,
Mientras voy como un condenado
Que voluntariamente acepta su
Castigo,
Como quien cegado por su fe,
Va en busca de su absoluta
salvación o Perdición,
Sí, mi dulcinea,
Soy como un quijote,
Que consciente de su locura,
La moldea y juega con ella,
Hasta encontrarle a la vida
Un sentido,
Para así volver a encontrar
El paraíso perdido,
Pues con nadie mas podría
Yo hacerlo,
Sintiéndome a la vez tan
Extraviado y confundido,
Totalmente sobrio,
Pero borracho por ti,
Donde yo quisiera poder hablarte,
Sin saber exactamente que decirte,
Mientras sigo sentado en esta
Solitaria mesa,
Sin poder adivinar,
Sin saber realmente tu quien eres.

No hay comentarios: