Lionel Messi quiere abandonar al Fútbol Club Barcelona. Es difícil escribir esta frase sin exclamaciones. El jugador mandó un fax al club expresando su deseo de ejecutar la cláusula que dispone en su contrato por la que puede abandonar unilateralmente el club al término de cada temporada. Tras su conversación con su nuevo entrenador, Ronald Koeman, la semana pasada, el argentino le advirtió al entrenador que se veía más fuera que dentro, Messi no tardó en acabar de tomar una decisión que supone un terremoto en el planeta del fútbol. La noticia del año sin duda, ya que el capitán del Barça y emblema del club en la última década, el mejor jugador de la historia del club catalán, quiera abandonar, el club en el que ha estado los últimos 20 años. Los acontecimientos se han ido precipitando en los últimos días. El argentino acabó muy tocado tras la goleada de 8-2 contra el Bayern Munich y lo que ha sucedido después lo ha ido convenciendo de dar un paso que muchos pensaban posible pero pocos creían que acabaría dando. La llamada a Luis Suárez en la que Koeman le comunicó que no contaba con él, pudo ser la gota que colmó un vaso que venía llenándose en los últimos tiempos. La relación de Messi con la actual junta Directiva era más que tirante, erosionada con el paso del tiempo, sin llegar nunca a tender unos puentes que podrían haberse unido si se hubiera logrado el fichaje de Neymar, cuyo intento Messi llegó a poner en duda. Leo incluso incluso se enfrentó públicamente con el entonces secretario técnico, Eric Abidal, cansado de que desde el club no se replicara a aquellos que decían que él mandaba en el vestuario y en la política deportiva. Finalmente Abidal fue despedido. El presidente Josep María Bartomeu y Ronald Koeman contaban con su continuidad. Está por ver cómo encaja este bombazo a la figura del máximo mandatario blaugrana, muy tocada tras las dos últimas temporadas, agravada ahora por esta decisión de Messi, que seguramente le convierta en el presidente con el que Leo decidió dejar el club. Bartomeu se cansó de decir que Messi se retiraría en el Barça antes de abordar la renovación que estaba por negociarse dado que el 10 entraba en su último año de contrato. Cabe destacar que la carta, con cláusula de rescisión de contrato de Lío, (al que le queda un año firmado con el Barcelona), ascendería a los 700 millones de euros, una cifra récord en el mundo del fútbol, donde al parecer ya surgió quién esta dispuesto a pagarla, nada menos que el Manchester City, dirigido por Pep Guardiola. Aunque también estarían a la espera del monto el Inter de Milán, la Juventus de Cristiano y el PSG de Neymar.
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