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viernes, 18 de febrero de 2022

Britney Spears, el renovado regreso de la “Princesa del Pop”.

Britney Spears, el renovado regreso de la “Princesa del Pop”.

Renació como el ave Fénix, entre sus cenizas. Desde hace cinco años los seguidores de Britney Spears no han tenido novedades en el ámbito musical. A finales del 2021 la princesa del pop se liberó de la tutela legal de su padre. Esta semana la cantante ha anunciado un nuevo proyecto en sus redes sociales. El año pasado una jueza de Los Ángeles, California, suspendió la tutela legal que tenía Jamie Spears sobre su hija desde el 2008. La batalla de la cantante estuvo acompañada de la campaña “#FreeBritney” que ayudó a visibilizar el proceso legal que vivía en ese momento, el cual, además, fue respaldado por sus seguidores, famosos e internautas que empatizaron con su caso. Desde ese entonces se le ha visto a Britney con más frecuencia interactuando en sus redes sociales. En Instagram suele publicar las rutinas de ejercicios que realiza junto con su prometido, Sam Asghari, un afamado entrenador deportivo en Hollywood, ademas de incipiente actor y bailarín. La princesa del pop publicó un video en el que se le ve bailando y usando un body rojo al ritmo de “Get Naked”, canción que pertenece a su álbum Blackout, del 2007. Este va acompañado del mensaje: “Estos son 13 segundos de mí en tacones antes de teñirme el cabello de morado… ¡Esto es un adelanto de lo que está por venir! Mi canción Get Naked!!! Espero que estén teniendo un gran día!!!!!”, añade contenta.


Este sería su primer proyecto en los últimos cinco años, lo cual emocionó a sus seguidores y amistades. “¡¡Qué guapa y sexy!!”, comentó Paris Hilton, una de las famosas que apoyó el regreso de la princesa del pop. El último proyecto de larga duración de Britney Spears fue el lanzamiento de su álbum Glory en 2016. Relanzó una versión en las diferentes plataformas de streamming en 2020. Spears, la eterna “princesa del pop”, cumplió 40 años en diciembre pasado, libre de la tutela legal que ha controlado más de una década de su vida, comprometida con un exitoso preparador físico, y en pleno huracán mediático que ha dejado hasta cuatro documentales sobre su persona en diferentes plataformas. Hace tan solo unas semanas, la justicia de California puso fin al mecanismo por el que el padre de la cantante llevó las riendas de sus finanzas y vida personal durante casi 14 años, una situación legal tan controvertida que derivó en escándalo internacional gracias a la insistencia de los admiradores de Spears. “Gracias a ustedes, a su preocupación, creo que me han salvado la vida”, dijo la estrella en un video de Instagram en el que dejaba ver que estaba lista para dar entrevistas por cuenta propia.


No es difícil imaginar la audiencia que congregará esa hipotética conversación, pero Spears matizó asimismo que antes que nada “necesita todavía mucho tiempo para sanar”. La artista, que ha vendido más de 100 millones de discos, ha recuperado su autonomía y pronto podrá hacer uso de su patrimonio de US$60 millones, una situación radicalmente diferente a la de hace unos meses, cuando tenía que pedir permiso para salir de casa y gastar un dólar. En su horizonte inmediato destaca su compromiso con Sam Asghari, su entrenador personal al que conoció en 2016 durante el rodaje del videoclip Slumber Party. La pareja anunció el enlace a través de Instagram, plataforma que se ha convertido en la única vía de contacto entre la cantante y su público. Spears no se prodiga en eventos desde hace años y su último trabajo, Glory, data de 2016. Sin embargo, su nombre ha copado titulares y portadas de medio mundo, no solo por los líos de la tutela legal, sino también por los ya mencionados cuatro documentales que repasan su carrera, firmados por medios como The New York Times, la BBC y Netflix.


Sin duda, su imagen ha dado un vuelco de 180 grados. El New York Times despertó a principios de este año un renovado interés por Spears con una cinta, Framing Britney Spears, que aportaba una visión perturbadora de su fama y del constante escrutinio al que estuvo sometida.El documental daba la vuelta al relato que la retrataba como una estrella joven e inconsciente que se descarrió en 2008, cuando perdió la custodia de sus hijos, se rapó la cabeza e ingresó en una clínica de rehabilitación. Era el año 1999. Aún no había un movimiento #MeToo, las redes sociales no podían censurar el bochornoso comentario y “feminismo” era un término de significado confuso para el común de los mortales. A través de momentos así, en los que se discute si Spears llegaría inmaculada al matrimonio, si sería una buena madre o cómo debería de vestir se descubre a una celebridad sujeta a un examen puritano y misógino, manejada por su familia, sobre todo su padre, como tutor y representante, manejando desde la firma de los contratos hasta el último centavo de sus ganancias en presentaciones, mercadotecnia y grabaciones. 


El pasado de Spears -y de otras contemporáneas como Lindsay Lohan o Paris Hilton- se ha convertido en un símbolo de los cambios que ha experimentado la cultura pop en la última década. Lo que era gracioso en el 2001 se torna inaceptable en el 2021, (ver para creer). En cambio, varios de los temas de la cantante han logrado entrar en el panteón de los clásicos atemporales. El video de …Baby One More Time”Toxic acumula casi 700 millones de reproducciones en YouTube, a pesar de que se estrenó por televisión en 1998 y no llegó a internet hasta 2009; Toxic supera los 600 millones en Spotify; y su discografía está entre las cien más escuchadas de la plataforma. Más allá de los números, la estética de videos como Oops!… I Did It Again inspira disfraces recurrentes y sus actuaciones permanecen en la retina del imaginario popular, como la serpiente que subió al escenario de los premios MTV de 2001. Por todo ello, su espectáculo fijo en Las Vegas atrajo semanalmente al público entre 2013 y 2017, aunque ahora se sabe que se alargó su contrato en contra de su voluntad. Nadie sabe si volverá a lucir los escenarios como antaño pero, como señaló su abogado, Mathew Rosengart, en la puerta de los juzgados: “Lo que sigue ahora para Britney Spears, depende de una sola persona: Britney Spears”. Tenemos Britney para rato, ahora si manejando su carrera a su modo, complaciendo a los fanáticos, y a los medios. 


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