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lunes, 21 de junio de 2021

"Checo Perez”: Un tapatio triunfando en la Formula Uno.

 


 "Checo Perez”: Un tapatio triunfando en la Formula Uno.


Honor a quien honor merece. Hubo un tiempo, sobre todo a principios de 2020 y años antes, en el que pensar en Sergio Pérez como piloto de Red Bull Racing no solo era utópico sino incluso incongruente. Ahora, tras seis meses como miembro de la organización, el mexicano parece un elemento ideal para la poderosa escuadra austriaca. En un análisis realizado por diferentes expertos en el mundo del automovilismo, se enumeró las virtudes que encontró Red Bull en el piloto mexicano. Red Bull había establecido un estándar de trabajo con volantes graduados de su academia. Pero llegó el momento de escoger al mejor piloto disponible ante la imposibilidad de asentar un “canterano” que consiguiera andar, si no al mismo tiempo, no muy lejos de Max Verstappen, que en Red Bull es un auténtico triturador de compañeros. Así llegó “Checo” Pérez, quien, contra todo pronóstico, ha encontrado y aplicado suficiente inteligencia emocional para empatizar con la propia Red Bull, y sus compañeros de formula uno, Verstappen, Christian Horner y Helmut Marko.


Aquí están los puntos por los que creemos que Sergio “Checo” Pérez cayó de pie en Red Bull, después de que Racing Point lo dejara, metafóricamente hablando, desde un helicóptero. Trabajo: Desde el primer día, incluso antes, de ser nombrado piloto de Red Bull, se empezó a aplicar “Checo” en la fábrica de Milton Keynes. Han pasado seis meses y seis Grandes Premios en los que ponerse al día con un equipo tan aceitado no fue fácil. No hay queja sobre la entrega del corredor mexicano. Cercanía: Hasta 2020, “Checo” dividía su residencia casi a partes iguales entre Europa y Guadalajara, pero era muy común verlo regresar a la perla tapatía después de cada Gran Premio para recargar pilas con su familia. Ahora, su esposa e hijos residen en Madrid y el mexicano no sale de Europa. Así que está a una hora de la fábrica y se concentra en volver a ella para trabajar muy cerca de sus ingenieros y mecánicos. Pero no es solo la cercanía física. “Checo” ha simpatizado con Horner, Marko, Verstappen e incluso con Adrian Newey. Aunque todavía es muy pronto para hablar de amistad, se vislumbraron chispas y destellos entre Pérez y su compañero de equipo Verstappen, que ha sido todo lo contrario.


Horner siempre creyó en el mexicano. Marko, poco a poco cayo en los “brazos” de Pérez y Newey es una jugosa fuente de conocimiento que el mexicano acerca para saciar su curiosidad. Humildad:  Llegar a un equipo como nuevo piloto y darse cuenta de que el compañero del otro coche consigue hacer los mejores tiempos con la misma máquina que apenas conocerás, no es fácil, pero tener la humildad de decir “no voy mover un ápice a la puesta a punto de Max y adaptaré mi manejo (totalmente diferente) a ese coche “es algo que nunca se ve en la Fórmula 1. Checo” Pérez no solo lo intentó sino que está casi totalmente adaptado a un coche muy físico, con alto rastrillo y con nueva normativa. Reapareció, borró todo lo que aplicó siete años en su paso por Force India-Racing Point para no caer en la tontería de querer tener su propia puesta a punto en la RB16B. Humildad para preguntarle a su primer rival, Max, cómo mejorar y qué camino tomar. Aporte técnico: El respeto de Verstappen no ha sido gratuito. La contribución técnica, el manejo de los neumáticos, el tratamiento del coche y el combustible han sido cuestiones en las que Red Bull carecía de un especialista.


Max, escucha a “Checo” y aprende de él. Madurez: No celebra sus triunfos como alguien que desafía a sus co-equiperos. No llego para sembrar un ambiente de competición con un enfoque personal, sino un enfoque total del equipo, con prioridad en los objetivos de Red Bull y luego en los propios. Ese es el camino hacia la renovación automática. Velocidad: Es un piloto en su undécima temporada y que no sacrifica velocidad para buscar eficiencia. En Bakú quedó claro que “Checo” puede ser el más rápido de los entrenamientos, que es capaz de adelantar limpiamente al inicio, dar una vuelta rápida para adelantar a Lewis Hamilton en boxes y luego aguantar 35 vueltas. “Checo” no es solo un administrador de neumáticos, en primer lugar, es un piloto muy rápido a una vuelta y en ritmo de carrera. De entre los 20 pilotos titulares de la máxima categoría del automovilismo Formula Uno, hay uno que destaca. Actualmente ocupa el tercer lugar del campeonato y es el único latinoamericano. El tapatio Sergio “Checo” Pérez.


La historia del mexicano es la de un hombre que aceptó picar piedras durante once años en la Fórmula Uno, es un ejemplo de perseverancia de quien apostó a ser contratado por una escudería de primera fila y lo logró el fin de año pasado cuando Red Bull confirmó que tendría un lugar en el equipo junto Verstappen. El piloto debutó en Fórmula Uno en 2011 con Sauber, emigró en el 2013 a McLaren y luego pasó por Force India y Racing Point, antes de ser merecedor de un asiento en el protagonista Red Bull. Con sus triunfos, Pérez ha provocado que millones de mexicanos se desvelen para ver de madrugada las competiciones del circuito, algo de gran valor porque en niveles de preferencia en el país el automovilismo está lejos del fútbol, el béisbol de Ligas Mayores, el fútbol americano y el baloncesto de NBA. “Checo es una de las mejores marcas en la última década en México, es una marca que compite en un campeonato de mucho prestigio. En el tema personal ha cuidado bien su nombre, su imagen pública y su relación con medios y patrocinadores”, explica el reconocido experto, Javier Salinas máster en administración de negocios. 


“Hoy Checo es la mejor marca mexicana y una de las mejores en Latinoamérica. El tambien tapatio, campeón mundial de Boxeo, Saúl ‘Canelo’ Álvarez sería la segunda. Está detrás de Sergio porque la Fórmula Uno tiene más exposición y es más conocida globalmente que el boxeo”, opina el especialista. Salinas concluye que una cosa es el deportista como marca y otra, sus resultados, ya que son dos cosas que se pueden complementar, como sucedió con Pérez, que en los años duros, cuando apenas figuraba, mantuvo un cuidado sobre su marca, que ahora brilla, en plena coincidencia, con sus triunfos. Checo Perez, es sin duda, un ejemplo de perseverancia, teson y esfuerzo, alguien que no despega los pies del suelo, ni se le sube la fama a la cabeza, un deportista que llego para quedarse y consagrarse como el mejor piloto mexicano en Formula Uno. Colofon: “Orgulloso de representar a mi País, Mexico, pero también de correr con la bandera de Latinoamérica. ¡Gracias a todos por ser parte de esto!”, expresó el jalisciense a través de su cuenta oficial de Twitter y remató con la etiqueta “Latin Power”. Enhorabuena Checo, lo mejor esta por venir.

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