En un intento reciente por hacer que los londinenses levanten su
estado de ánimo después del frío y la humedad típicos de la ciudad, un
bar de vinos en el centro de Londres creó una máquina estilo cajero
automático que distribuye vino Prosecco a los transeúntes. Vagabond
Wines dirige ocho bares de vinos en la ciudad en los que venden
diariamente más de 100 vinos por copa, de barril, por lo que
decidieron establecer una «Cajero Automático de Burbujas» en el
exterior justo las puertas del bar. Curiosamente, el bar en el que
instalaron este «Cajero Automático» era una antigua sucursal del banco
español Santander. De hecho, según los propietarios de Vagabond
Wines, fue precisamente este hecho el que les dio la idea de instalar
la novedosa máquina. La máquina esta teniendo mucho éxito entre los
transeúntes, tanto por sus generosos servicios de vino espumoso, como
por su originalidad y singularidad que ha convertido el lugar en una
parada obligatoria para selfies.
Inicialmente Vagabond denominó a la máquina «Automated Prosecco
Machine» aunque la DOC Prosseco obligó a cambiar el nombre debido a
que esta denominación no estaba permitida en su reglamento, pasando a
llamarse Automated Bubbles Machine (ABM). Vagabond además ha realizado
acciones de marketing para que los transeúntes utilicen la máquina.
Ante el éxito de este «cajero automático de vinos» los dueños de
Vagabond planean expandir la idea no solo a sus otros locales, sino a
otras ciudades. "Queríamos hacer algo que remitiera a la historia
bancaria de una manera divertida, alegre y que estuviera relacionada
con lo que hacemos nosotros", explica Stephen Finch, director general
de Vagabond Wines. Y así, esta original máquina, a las puertas del
bar, ha pasado a ser una fuente (no gratuita, por supuesto) de vino
espumoso, más concretamente de Prosecco italiano. Lo han llamado
"Banco de burbujas" y sirve una alargada copa de espumoso de 150 ml.
Inicialmente, el cajero de burbujas estaba en el exterior. Sin
embargo, dos días después de inaugurarlo, lo trasladaron al interior
por miedo a confundir a los peatones que busquen retirar dinero y no
copas de vino.
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