Seguidores

lunes, 18 de enero de 2010

OQUEDAD



Las cosas nunca son
Lo que parecen,
Demasiadas casualidades
Hay en contra nuestra
Conjurando en el infinito,
Como el tu y yo, o ambos,
Que no es lo mismo
A estar juntos
O a ser nosotros,
Para instituir así
La suma de los dos,
Que invariablemente
Confundimos lo posible
Con lo real,
Que para poder volver
A hallarse,
Hay que perderse de nuevo,
Encontrando repentinamente
Todos esos hallazgos
Que jamás han sido nuestros
Divagando infructuosamente
Entre falsos e hipotéticos
Amores,
Que no acrecientan siquiera
La más mínima esperanza,
Anhelando afanosamente
La verdad amarga
De las mentiras,
Caminando, vagando,
Y recorriendo,
Sin la búsqueda aparente
De algún punto fijo,
Y el mejor prodigio
De la memoria,
Es (poder) olvidarlo todo.

2 comentarios:

Nada Sagrado dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nada Sagrado dijo...

Espectacular, íntimo e iluminador; gracias de corazón!!!